Cuando encontré a Dios dejé de drogarme y beber, me limpié. Muchos me
dijeron que me drogara de nuevo y tomara para hacer música, pero sería un
suicidio para mí. Camine hacia esa cruz y dije: ¿Qué tengo que perder? Y mi vida ha cambiado completamente. Ha sido
difícil pero no lo cambiaría por nada. Prefiero pasar mi vida creyendo que
existe un Dios y descubrir que hay uno, que vivir toda mi vida creyendo que no
existe y descubrir al morir que si había uno.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario